domingo, 3 de abril de 2016

LAS TORRES DEL SILENCIO

Torres del Centro Simón Bolívar CSB también conocidas como las Torres de El Silencio son dos torres gemelas de 32 pisos que miden 103 metros de altura construidas durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez en los años 50. Fueron abiertas al público el 6 de diciembre de 1954 y las mismas se ubican en el centro de la ciudad de Caracas llamado El Silencio


Las torres de El Silencio representan la estructura irrepetible de Caracas como emblema de la ciudad moderna. Se pone de manifiesto “el collage perfecto de dos perspectivas urbanas; la abierta, presidida por las Torres hacia el espacio infinito que enmarca el parque Los Caobos (y el cañón del valle al fondo) y la perspectiva cerrada, enclaustrada hacia los bloques blancos y horizontales de El Silencio; la síntesis de un heroico esquema académico que a partir de la simetría orientaba el crecimiento de la ciudad hacia el este; el encuentro de las tres principales avenidas de la ciudad (Sucre, San Martín y Bolívar) y finalmente, el descomunal impacto del primer edificio corporativo de los tiempos modernos, dimensiona la fuerza de un fragmento arquitectónico perfectamente acabado como ningún otro en su objetivo de hacer de la ciudad una utopía construida.




Las torres están definidas como una arquitectura funcionalista que incluye la idea de integración de las artes. Fueron el símbolo de la identidad nacional, de un país que salía de su condición agrícola a país petrolero, al iniciarse su industrialización. Las Torres se imponen como un simple símbolo estético de la modernidad y de la condición de proyecto a largo plazo que afrontaba el país.


Cada edificio queda suspendido en el aire sobre el terreno, sobre pilotes. Los caraqueños transitan debajo de ellos a lo largo de las plantas libres sin entorpecer su funcionamiento; la cubierta ya no es inclinada sino plana, para aprovechar el uso de sus terrazas; los pilotes permiten las plantas libres, el espacio simétrico es riguroso. Las torres están conformadas por dos paralelepípedos que se levantan airosos sobre el volumen rectangular, conformado por un sistema de plazas, pasillos, pórticos, portadas, áreas comerciales y estacionamientos subterráneos; este conjunto es atravesado por la avenida Bolívar.


En realidad, el conjunto residencial de El Silencio (1942-1945) tiene su arranque en el proyecto urbanístico de Carlos Raúl Villlanueva, considerado el primer gran arquitecto de la Venezuela moderna y es un notable ejemplo de un país pujante, que recibía emigrantes europeos a raudales y en el que su poderoso gobernante convertido en dictador aplicó mano dura y antepuso la eficacia en la construcción de obras públicas fastuosas.


Aquellas obras siguen siendo símbolos de la moderna Venezuela: la autopista La Guaira-Caracas-Valencia, el Paseo de los Próceres, los bloques del 23 de Eneroa, estadios de béisbol y fútbol, distribuidores de tráfico, el hotel Humboldt sobre el cerro del Ávila y un teleférico de acceso desde la estación de Mari Pérez; la Ciudad Universitaria, el Círculo de las Fuerzas Armadas, la avenida Bolívar, el Helicoide, la ciudad vacacional Los Caracas, el teleférico de Mérida, el puente sobre el lago Maracaibo




Las torres fueron construidas a partir de un proyecto del arquitecto Cipriano Domínguez en colaboración con Tony Manrique de Lara y José Joaquín Álvarez, y sus primeras trazas datan de 1948. Constituyen un ejemplo único de arquitectura urbana, funcionalista y monumental. Su aporte a la ciudad es emblemático y se fundamenta en el escenario de la arquitectura moderna que dará empuje a la ciudad del siglo XX, “como en efecto sucede con el perfecto ensamblaje de arquitectura encuadrado entre las torres, los blancos y horizontales bloques de El Silencio y el trozo de ciudad que las acoge. Maneras de construir, edilicia que abanderó el triunfo, conocimiento y grado de civilización urbana que alcanzó en un período reciente el tiempo de la ciudad”

Cada edificio queda suspendido en el aire sobre el terreno, sobre pilotes, que permiten plantas libres y Caracas transita debajo de ellos sin entorpecer su funcionamiento. La cubierta es plana y aprovecha el uso de sus terrazas. El espacio simétrico es riguroso y las ventanas se extienden de un lado a otro. Para hacer posible su construcción fue necesaria la demolición del famoso hotel Majestic, con gran dolor de muchos caraqueños de la época, aunque el esplendor de la nueva construcción lo superó con creces.




Las torres de El Silencio se convierten en la primera experiencia en Venezuela que pone en práctica un organismo arquitectónico multifuncional en el nuevo corazón de la ciudad. “La estratificación de las diferentes funciones, las plataformas equipadas, la especialización del tránsito de vehículos, la experiencia de sus pórticos estructurales metálicos y la importancia otorgada a las áreas cívicas y peatonales, lo señalan como empresa de diseño a escala cuyo valor revolucionario modificó el espacio físico para la sociedad moderna venezolana convirtiéndolo en un icono de valor continental


En la propuesta final de Cipriano Domínguez en 1949 se establecen dos hileras continuas de edificaciones que ascienden gradualmente de altura a partir de los bloques 2 y 3 hasta culminar con las dos torres de 32 pisos y 103 metros de altura, plazas cubiertas, numerosas vías exteriores y subterráneas para el tráfico rodado y de peatones, zona comerciales y central de autobuses, constituyen el núcleo de una ciudad múltiple que se prolonga en la avenida Bolívar y posteriormente se enlaza con la autopista del Este.


Ejemplo de arquitectura urbana, funcionalista y monumental, su desarrollo siguió los “cinco puntos” de Le Corbusier: la planta libre, los pilotes, los corredores profundos y verticales, los estacionamientos y las amplias escalinatas, los detalles en bronce, las rampas, los “brise-soleil”, las terrazas-jardín, el desplazamiento vertical, la plaza aérea, la espléndida terraza pública, el sentido albertiano de la arquitectura, la evocación cubista, las calles memorables, las secuencias de puntos estabilizadore. En el nivel avenida se habilitaron 100 locales comerciales y otros 200 en el nivel sótano 1, que fueron todo un referente en su época.


Las torres de El Silencio dieron vida al primer centro comercial de Caracas y contribuyeron decisivamente a la modernización de la capital venezolana

Durante muchos años las torres de El Silencio fueron el icono más representativo de la modernidad en la que vivía Venezuela desde mediados de la década de los cincuenta, en pleno auge de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Y lo fueron bastante tiempo, en el que ostentaron el honroso título de los edificios más altos de Venezuela, hasta la construcción de las torres del Parque Central.


Las emblemáticas torres de El Silencio en otro tiempo, ahora son edificaciones en las que los techos están cediendo; las escaleras ya no tienen las barandas de bronce; y las piezas de granito que cubrían los pilotes han ido desapareciendo. Ojalá en un futuro no muy lejano recuperen el significado y el esplendor perdido.





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