Según Vargas (2002), Los caribes mantuvieron desde 1630 hasta 1740, una larga guerra de resistencia contra la dominación española para defender y preservar su dominio territorial sobre su territorio, comandados, entre otros, por los jefes guerreros Quirawera, Taricura y Yaguaría. En una primera fase, se aliaron con los expedicionarios ingleses enviados por la reina Isabel I y, luego, con los holandeses y franceses también enemigos de los españoles que buscaban desestabilizar el enemigo común: la presencia del imperio español en sus dominios caribeños.
La naturaleza era un verdadero templo en dioses como los ríos, el sol, los grandes animales y aves multicolor. Les obsequiaba sin mayor valoración el oro para adornar u ofrendar y las perlas de las ostras como hermosa curiosidad. Fueron la civilización perfecta, fue precisamente porque se preocuparon por dar conocimiento a las nuevas generaciones de la más grande y hermosa de las obras arquitectónicas: La naturaleza tal como la encontraron.
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